¡¡Pá matarlo!!
Con esta simple frase resumiría
el nuevo intento de nuestro Presi por volver al asfalto competitivo.
Después de varios meses
entrenando de forma regular (y lo de regular es en ambos sentidos), lo veía con
ganas de participar nuevamente en otra carrera popular, pero no pudo ser….aún
no sé muy bien el motivo, aunque todo hace indicar que le sentó mal algo que
bebió el día anterior (esto mismo se solía pasar a mí cuando tenía 16 años). En
fin…espero que recupere el entrenamiento y pueda participar pronto en alguna
carrera.
A la ya mencionada ausencia se
unió la de Gómez (con un problema parecido a su primo), ya que el día anterior
estuvo presenciando la participación de nuestro paisano Alfonso Pedraza en la
final de Copa sub. 19 celebrada en Almuñécar, con triunfo de su Villarreal.
Enhorabuena Alfonso, estas haciendo grande el nombre de San Sebastián de los
Ballesteros.
Ante esta situación levantamos de
la cama a Rorro (literalmente), que es el pocero con mas ansias de atletismo
actualmente y nos desplazamos a Córdoba para participar junto a Mateo Moreno,
al “niño” y a mí (Cheo) en los 10.000 metros de la carrera de Los Califas,
estando la salida y llegada en el estadio de “El Fontanar”.
Los ganadores fueron Bruno
Márquez con 31´56´´ y Rocío Ortega (pero no nuestra Ruchu, ojalá, sino una
atleta malagueña que se estrena en el circuito cordobés ¡y de que manera!) con
40´19´´.
En cuanto a los nuestros,
Francisco Manuel finalizó en 50´29´´, muy buen crono, que a buen seguro
mejorará en el momento que decida entrenar algo y no correr de prueba en
prueba, ¡Ánimo Campeón!
A Mateo ya desde primera hora no
le vi demasiado motivado, era la primera vez que competía en un 10.000 y venía
con cierto temor. Quiso realizar la prueba con temple, pero al realizar los
primeros 3kms. y pasar al lado del estadio se vino abajo y la mente no pudo con
sus miedos y decidió abandonar. Mateo, no pasa nada, a todos nos traiciona la
mente en alguna ocasión, esto te fortalecerá.¡¡Vamos!!
Rorro que quiso venir a probarse,
una vez recuperado, después de haber recaído de sus dolencias, terminó en
54´31´´. Quiso ir de la mano de Mateo, pues su espíritu competitivo le hace ir
siempre al máximo y sabía que no le convenía realizar un sobreesfuerzo, pero el
abandono de nuestro carpintero le cambió la estrategia, pero supo sobreponerse
y templar los nervios para así realizar una carrera limpia sin cambios de ritmos
ni locuras. ¡¡Bien Rorro, hay que saber cuando uno debe tomárselo con calma, ya
tendrás tiempo para demostrar tu potencial!!
Yo finalicé en 45´40´´, marcando
el crono que mas o menos quería hacer, la noche de antes estuve currando y
venía ciertamente cansado. Me voy contento, sobre todo por poder disfrutar de
la compañía de buenos amigos.
Aquí no quedó la participación
eballense pues Miguelito demostró que ahora mismo está intratable con un tiempo
de 44´49´´¡Grande!
Y nada esto ha sido todo, pronto
volveremos, con nuevas crónicas y peripecias de nuestros poceros.
Un abrazo.
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