Crónica Ruta Carlos III (Écija)

Ya vuelvo a dar la vara con las crónicas y las historias.

Pensé que estaría unos días tranquilo, pero el cuerpo me pedía marcha de nuevo, y aprovechando esta ruta por pueblos vecinos de la provincia de Sevilla, nos lanzamos dos poceros (Pablo y yo) a correr 25.600 metros por las carreteras que unen los pueblos de La Luisiana, Campillos, Cañada Rosal y Écija.
La clasificación de la prueba fue la siguiente: en categoría masculina ganó Javier Díaz Carretero en 1:22:23 y en femenina María Belmonte Martínez 1:40:33.
A las 9 de la mañana partimos hacía Écija y allí tomamos un bus hasta La Luisiana desde donde se daría la salida a los casi 1.500 atletas que nos dimos cita a las 11:00 horas. Tras cambiarnos y prepararnos me dí cuenta que había olvidado el reloj, pensé que año nuevo vida nueva, pero no... Sigo igual. En fin, ¡pensaba colgarme a Pablo y aguantar lo que pudiera!

Hacía bastante frío a pesar del sol que lucía, por lo que decidimos correr en manga larga y con bragas en el cuello (después me arrepentiría a ratos, según soplara el viento o no). En esta ocasión íbamos acompañados por otro gran corredor amigo de Pablo: Paco Baena Gallegos. ¡Un abrazo!

El ritmo de carrera fue bueno durante toda la prueba, si bien Pablo nos iba marcando la velocidad minuto arriba minuto abajo, ¡¡¡¡¡según su reloj!!!!! Comenzamos muy atrás por lo que en los primeros kilómetros tuvimos que sortear a muchos atletas hasta que pudimos coger nuestro ritmo. Pablo y Paco iban relevándose y yo me mantenía chupando rueda. Las primeras sensaciones eran buenas y sobre el kilómetro 8 ya me atrevía a poner el ritmo. En el 9 dimos alcance a un grupo numeroso y aunque tratamos de sobrepasarlos, al final decidimos unirnos, al comprobar que íbamos mejor junto a ellos evitando el viento. El grupo estaba formado por corredores de muchos clubes, entre ellos: CD Esquivel, Califato Independiente de Sevilla, Los Amigos de La Pirámide, TriSport Miraflores, ¡a todos ellos muchas gracias!, da gusto correr sintiéndote arropado.

Poco a poco me fue fallando el fuelle, y en el kilómetro 18 decidí descansar un poco y dejar marchar el grupo en el que continuaron Pablo y Paco. Ya por mi cuenta, comencé a pensar que esos dos cabrones están muy fuertes y que yo soy una mierdecilla, cosa que a esas alturas empezaba a darme igual. Veía como se marchaba el grupo, poco a poco, pues aunque a cierta distancia pero los mantenía a la vista. Fue sobre el kilómetro 20 cuando al empezar la bajada a Écija los perdí definitivamente y ya me vine un poco abajo moralmente, cosa que me viene sucediendo últimamente en la carreras largas cuando no sé dónde está el final, más aún cuando entramos en las calles empedradas de la localidad astigitana, menos mal que el aliento de los muchos aficionados que cubrían las calles, no sólo de Écija sino de todos los pueblos por los que discurría la carrera, me dieron el último aliento para finalizar.

Pablo finalizó en 1h55', Paco en 1h57' dejándose llevar en los últimos kilómetros y yo, cuando ya pensaba que había superado las 2 horas (cosa que para mi hubiera sido un logro antes del comienzo), finalicé en 1h58'. Si no hubiera estado tan cansado podría haberme pegado un bailecito de felicidad.

Hay que felicitar a la organización, pues contaron con un despliegue de medios (numerosos Guardias Civiles controlaban la circulación), instalaciones, voluntarios, premios y regalos, que hacen de esta prueba una de las gratas de correr del panorama andaluz.

Y sin más, os animo a todos a correr, que a año nuevo vida nueva (aunque en mi caso siga igual de caraja).

Crónica ofrecida por Cheo, Cronista Oficial.