Unos días de descanso han sido necesarios para poder
hacer una digna crónica de la media
maratón más importante de nuestra provincia. Este año batía récord con 4.000
participantes.
No hubo ninguna sorpresa y los ganadores de la prueba
fueron los marroquíes Mounir Elouardi y Nazha Machrouh con un tiempo de 1:07:51
y 1:15:43 respectivamente.
Y continuando con el día anterior…
La noche fue breve, amaneció una mañana fría y allí
estábamos Paco, Sénecas, Lucía, Miguel, Alicia, Alfonso, Inma, Alba y yo con el
cuerpo un tanto resabiado: Ruego por caridad no celebrar comidas ni cenas ni
bodas bautizos ni comuniones un día
antes de estas carreras, ¡¡vais a acabar conmigo!!
Por primera vez íbamos a tener apoyo logístico y moral en
la carrera, Alba y Alicia se disponían recorrer el circuito en bicicleta dando
ese ánimo que tanto alimenta la moral de los corredores.
Partimos hacía la capital con algún que otro elemento de dificultad,
pues en mi coche íbamos haciendo apuestas de cuanto iban a aguantar las
bicicletas enganchadas en el vehículo de Sénecas, que iban rozando en todos los
baches. Y no ganó nadie, ya que llegaron enteritas, cosa por la que nadie había
apostado.
Bueno, llegamos con tiempo, quedamos con Pablo (que tenía
los dorsales) y comenzamos a prepararnos. Entre
conversación y conversación Alicia nos confesó que hacía mucho pero que mucho
que no montaba en bicicleta, otro peligro añadido para los corredores, jejeje. Me
acordé cuando hace un par de años monté en bici después de otros tantos y ¡casi
necesito ponerle patines!
¿Dónde está el guardarropa? ¿Desde donde se sale?
Pregunta tras pregunta se nos hizo tarde, ¿una foto? ¿Dónde está Miguelito? ¡Ostias!
Tengo que miccionar.
La carrera comenzó, cada uno nos disponíamos hacer
nuestra carrera. Yo, sobre el kilómetro 4 fui dado alcance por Paco, y éste se dispuso
a llevarme a meta imponiendo un ritmo suave con el cual yo no quisiera matarlo.
Juan Diego finalizó la prueba en 1:29:09, siendo
nuevamente el pocero con mejor crono. Pablo hizo la turca (sufría dolor en la
planta del pie, algo que viene acusando en los últimos meses) y al llegar a El
Fontanar dio por finalizada su carrera entrando por la puerta falsa en un magnifico
tiempo de 1:35. A continuación pasamos por meta Paco y yo, sobre la hora y 42
minutos.
Algo detrás marchaba Miguel, que realizó una gran
carrera, sintiendo algunas molestias en los pies sobre el kilómetro 18, dolencia
que no pudo evitar que mejorara el tiempo empleado el año pasado en 10 minutos,
finalizando en 1:45. Miguelito confesó haberse sentido muy bien durante el
recorrido, lo que nos hace pensar que para el Pocero de 2011 no pasan los años.
El siguiente en pasar por el arco fue Sénecas, parando el
crono en 2 horas justas. Una magnifica marca para nuestro multidisciplinar
deportista, que no deja de sorprendernos, demostrando que se atreve con
cualquier cosa y que es capaz de sobresalir en todas ellas. Al encontrármelo
después de la carrera, le pregunte ¿qué tal? Y me respondió que no había hecho
nada más que ver que gente con las piernas para arriba tirados en el suelo y
decidió ir controlando, ya que no quería verse haciendo el ganso en el asfalto.
Y por último Alfonso finalizó en 2:06, un tiempazo
tratándose de su primera maratón. Luis Enrique sobre el kilómetro 17 manifiesta
haber sentido agotamiento mental, al ver que estaba cerca pero que aún le
quedaban algunos metros.
Al finalizar la carrera no hubo ninguna coordinación,
pues ni yo que había entrado junto con Paco nos encontrábamos. Estuve dando
vueltas como un capull… sin ver a nadie, y sin mencionar que volví a perderme
dentro de El Fontanar para encontrar el guardarropa (algo que me ha pasado en
mis tres últimas medias maratones de Córdoba), el hombre es el único animal que
tropieza dos veces con la misma piedra y yo soy el único (tonto) que lo hace 3
veces.
Bueno poco a poco nos fuimos encontrando, viendo
satisfechos que Alicia seguía viva, y no había matado a nadie (otra cosa es
como se encontraba ella, la cual por la tarde pude comprobar cómo abrazaba el
sofá en casa de Mateo). Fue Alba la que a punto estuvo de sufrir un accidente y
mandar de un arrollón a un corredor hasta la línea de meta, jejeje.
Ya terminada la prueba sólo nos quedaba esperar a que
vinieran a recogernos Inma y Lucía, que como buenas amantes del atletismo se
habían ido a captar la esencia de la carrera desde distintos puntos de la
ciudad. Bueno… ¡esto último no se lo traga ni “el tato”! Se habían ido al mercaillo
del Arcángel a echar el rato…
Y nada más, felicitar de mi parte a todos los corredores,
sobre todo a los debutantes en la distancia, Mateo y Alfonso.
Un saludo y hasta la próxima.
Crónica ofrecida por Cheo, Cronista Oficial.
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